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Arctic Sunrise en Valencia
Vaya por delante que no soy fan de Greenpeace. No lo soy por una cuestión de pensar que el fin no siempre justifica los medios y aunque pueda coincidir con algunas de las intenciones de esa organización, no estoy en absoluto de acuerdo en la comisión de determinadas acciones ni en la difusión de muchos comunicados que son sensacionalistas o falsos. El hecho de que, con demasiada frecuencia, mezclen estudios reales con castañas que han recibido aunque no tengan fundamento científico hace que su credibilidad se resienta de manera excesiva. Al respecto, https://gallir.wordpress.com/2014/11/14/las-consecuencias-de-divulgar-bulos-y-no-rectificar/
El hecho, por otra parte, es que han venido a Valencia con su barco, el Arctic Sunrise, y el barco en sí ha formado parte en diferentes noticias, de manera que, respondiendo a la invitación de un amigo que es voluntario con ellos, he ido a hacer fotos. Por la mañana han decidido que solo se harán visitas guiadas con los niños, de manera que no me han permitido subir argumentando que «estaban trabajando» y no podía estar por allí. La idiotez me ha parecido mayúscula, pero la decisión estaba tomada, de manera que he hecho un par de fotos desde fuera y me he vuelto.
El barco ha venido para apoyar a los activistas que se colaron en la central nuclear de Cofrentes y que ahora enfrentan un juicio en el que se piden importantes penas de cárcel: 16 de sus activistas pueden recibir hasta 3 años de cárcel y una multa de hasta 360.000 euros. La protesta -realizada en 2011- incluyó una pintada en la torre de refrigeración y los actos previos para conseguir realizarla parece ser que incluyeron daños personales a uno de los vigilantes de seguridad. La protesta, según Greenpeace fue pacífica, pero no lo consideró así Iberdrola que asegura que hubo»importantes daños materiales, lesiones físicas a dos vigilantes y la declaración de emergencia».
Personalmente no veo razonable meter a 16 activistas en una central nuclear habida cuenta de los riesgos de seguridad que conlleva, por muy importante que sea la protesta.
NOTA POSTERIOR
Los 17 miembros de Greenpeace fueron absueltos de la mayor parte de los cargos y condenados a pagar una indemnización cercana a los 20.000 euros por los daños causados a la valla por la que entraron.
