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Con tantos fotógrafos en el mundo no es raro que uno quiera marcar diferencias con los demás. La elección de lentes, como esta Anthy 35 de Yasuhara puede ser una cuestión muy importante en cuanto al estilo de fotografía que consigamos. No se trata de una lente muy cara. No se trata de una lente muy espectacular: se trata de una lente de 35mm con personalidad y que cuenta con un innegable encanto a la hora de trabajar.
En las fotografías que he subido hay dos categorías, por así decirlo: las que no han sido procesadas salvo con la marca de agua y otras, en las que solo está mi firma y si han tenido edición en aspectos como contraste, claridad, etc.
En este review de la Anthy 35 producida por Yasuhara LTD hablaré un poco de los aspectos técnicos, enseñaré algunas fotos hechas con ella y comentaré, sobre todo, mi impresión personal, porque los datos, por importantes que sean, no cuentan la historia, no describen la sensación. Estuve usando la versión con montura RF de Canon (por supuesto, es una lente full frame), pero las versiones para otras monturas son prácticamente idénticas, por lo que sé.
Estuve haciendo algunas fotos con Laura Carreras (@lady_pequis) y otras por la ciudad, probando especialmente la lente en condiciones de baja luz.
Detalles técnicos
En primer lugar: la apertura de este objetivo es 1,8. Así que podríamos decir que compite con el RF 35 1,8 de Canon, con la diferencia que el de Canon es autofoco. Es una lente magnífica, mucho más cara, pero que no tiene el punto retro de estar obligados a trabajar manualmente todo el tiempo. A mí, que empecé a hacer fotos con una SLR Mamiya hace muchísimos años, me encanta el hecho de tener en la mano el anillo con la apertura. Es cómodo y práctico (algunos objetivos nuevos con autofoco están incorporando el anillo de nuevo, como en el caso de Fuji) y resulta igual de rápido a la hora de trabajar. Con todo, no es una elección: la cámara ha de ser manejada en modo manual o prioridad a la apertura, porque no tiene forma de controlar el diafragma al no tener motor incorporado.
Más cosas: enfoque mínimo a 29cm, 408 g de peso, una lente con un diseño de 7 grupos y nueve elementos y parasol incorporado.
A pesar de que en términos generales la lente sea magnífica, aquí viene la parte que menos me gusta de este objetivo: no transmitirá nunca la información de apertura a la cámara. En los datos EXIF no figurará nunca nada sobre qué apertura hemos usado y ni siquiera el modelo o marca del objetivo empleado. Mejor que guardes esa información tú mismo, por ejemplo, en el nombre de la carpeta de esas fotos específicas.
En realidad, es sencillo que en modelos posteriores se incorpore algún chip en el que la información se transmita a la cámara, pero de momento, no es así.
Anthy 35: Exclusividad
Una de las cuestiones interesantes de este objetivo es, en realidad, su exclusividad. Sin ser una pieza en absoluto cara, tiene una producción y distribución muy limitada (mi copia es la 444), así que vamos a poder presumir de un objetivo interesante pero que casi nadie tiene. Eso contribuye mucho a que valoremos las particularidades que tiene como positivas. Por ejemplo, es un objetivo que, en su máxima apertura, viñetea bastante: las esquinas son más oscuras. Pero si queremos corregir ese aspecto, tanto para vídeo como para fotografía es extremadamente sencillo. Y también es cierto que a partir de 2,8, el problema deja de ser existir. La cuestión de deformación, sin embargo, es casi inexistente, muy parecida al de otros 35 que hayáis tenido a mano.
Ya hemos hablado del anillo de apertura, pero no hemos dicho nada de la construcción metálica, muy sólida, que transmite fiabilidad, ni del práctico parasol que incluye para reducir algunos flares en el caso de que no los queramos. Pero en realidad, sí los queremos. Cada uno de los flares y detalles que regala esta lente son lo que dota de personalidad a una lente que evidentemente no está hecha para todo el mundo. Es un objetivo para fotógrafos que quieran disfrutar de la experiencia manual, así que muchas veces que tengas el objetivo en la mano vas a buscar esos flares. Si lo hace JJ Abrams (malditas sean tres veces sus pelis de Star Wars), tú también.
Más detalles del Anthy 35
En cuanto al tono, yo diría que tiene una pequeña tendencia hacia tonos cálidos, pero igual que hablábamos de la cuestión del viñeteo, si necesitamos corregir ese aspecto, o la cámara o Lightroom, por citar un par de posibilidades, podrá ayudarnos.
Un 35mm 1,8 permite fotos como el retrato de Laura dibujando. ISO 6400 en una full frame como la R6, que lleva estabilizador, y 1/30 de velocidad, y puedes hacer fotografía nocturna sin ninguna luz adicional y con un ruido razonable.
Esta Anthy 35 es una lente con suficiente definición, un bokeh bonito y unas prestaciones generales correctas. Pero, insisto, el aspecto de exclusividad y de personalidad propia son suficientes para despertar el interés de fotógrafos con una percepción personal de la fotografía. Aquí vemos una foto en su versión convencional y después recortando un poco el detalle. Aquí estamos empleando la apertura máxima y hay una buena definición. Mejora, claro, sobre todo en las esquinas, cuando vamos cerrando el diafragma.
Como habitualmente comprar esta lente puede ser menos sencillo que otras, lo mejor es solicitarla, por ejemplo, a https://yasuharausa.com/, que es como la conseguí yo.
Hay más reviews y pruebas de lentes manuales en esta web. Soy Sergi Albir, soy fotógrafo profesional en España. Mi Instagram, por si quieres cotillear es @Archerphoto. Principalmente en València, pero también voy a otros sitios. Si tienes algún problema y me encuentras, quizás puedas contratarme. Vale, sí, esto es lo que decían en la intro del Equipo A, pero bueno, para Whatsapp, Signal y Telegram, el +34 644459753 funciona y si no, correo electrónico a sergi@archerphoto.eu .
