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Si no me gustase hacer fotos sería un problema trabajar de fotógrafo. Pero hay una cosa que me gusta tanto como las fotos, y son las historias. Así que a menudo cuando hago una sesión intento que la gente me cuente cosas. Con Ibticem Lahmar, bueno, me enteré de algunas cosas, pero precisamente por el tipo de fotografía que estuvimos haciendo, a menudo la tenía más lejos de lo que una conversación suele requerir, así que le pedí si le importaría que le hiciese una entrevista unos días después y accedió.
Me interesó particularmente su historia porque Ibticem ha trabajado como modelo durante años y actualmente es una abogada corporativa que sigue interesada en la fotografía pero que tiene una opinión muy formada acerca de lo que es la moda como trabajo y este aspecto podía ser muy útil para algunas personas que leen este blog buscando información sobre el trabajo de modelo, y muy interesante para casi todo el mundo.
Ibticem Lahmar
Nacida y criada en París, de origen tunecino, la historia de Ibticem Lahmar empieza como la de muchas modelos. «Tenía 17 años. Me descubrió un fotógrafo por la calle. Me dio su teléfono y me ofrecieron ir a un casting, que era de ropa interior», explica. «Empecé a trabajar de esto durante las vacaciones. Yo estaba estudiando en la universidad en ese momento y no podía dedicar todo el tiempo al trabajo. Hice fotos y pasarela, diferentes marcas, diferentes tipos de ropa, diferentes lugares: Francia, Túnez, Marruecos, Bélgica…».
«Para mí no era mi trabajo principal, era una cuestión accesoria», explica Ibticem. «Aunque no nos guste, es algo temporal, momentáneo, porque la gente con la que trabajas no piensa en tu valor, en tu inteligencia, solo en tu aspecto: lo importante es que seas guapa y te quede bien la ropa».
La relación con las compañeras, una de las claves
«Fue todo bien y a partir de ese momento, tuve relación con otras modelos, y algunas de ellas (sobre todo una, que era muy amiga mía) me recomendaban para sesiones y pasarelas a las que acudirían. Evidentemente has de hacerlo bien, pero es muy importante la manera de relacionarse, los contactos, porque en general muchos trabajos vienen por recomendaciones de compañeros». Al principio ni siquiera tenía agencia, porque viajaba por ejemplo a Túnez, y para trabajar con la agencia era necesario estar disponible casi siempre en París, pero eso fue un paso que di después, mucho más adelante.
Una de las cuestiones interesantes es su participación en el concurso de Miss Túnez. En un principio, teniendo la doble nacionalidad, sus hermanas la inscribieron en un evento en el que competían las tunecinas que estaban en Francia y se hizo con la victoria. «Entonces, un año después, desde Túnez, la responsable del concurso de Miss Túnez pensó que estaría bien que las tunecinas que vivían fuera del país también pudiesen participar en la competición. Como yo ya había ganado, me enviaron directamente a Túnez».
Este paso no fue especialmente cómodo. «No es un buen recuerdo. Era la única emigrante y había algunas madres de las participantes que intentaban conseguir que me dejasen fuera porque consideraban que no era ‘auténticamente tunecina’. En principio quedé tercera, pero las reglas del concurso son muy concretas y estrictas, y descalificaron a las dos primeras. Así que acabé representando a Túnez en Miss International, en Tokio». Si quieres ver el vídeo (se abrirá em otra pestaña): https://www.youtube.com/watch?v=dXQp70xqZiY
La experiencia de Ibticem en Miss International
Mirando a los ojos Ibticem explica cómo vivió esos días en Japón. «En ningún momento pensé que iba a ganar, pero la experiencia era totalmente nueva, nunca había estado tan lejos de casa, y sola. El concepto de belleza es muy subjetivo, había muchas chicas diferentes, bellísimas, y muchas no se parecían en nada a las otras». Pero hay algunas cosas que se conocen un poco menos… «Por otra parte, en estos concursos internacionales, la belleza no es exclusivamente un físico, es cómo te comportas, tu presencia y tu relación con los demás, porque ellos buscan a alguien que represente a su organización y que participe en muchos eventos… Pero es algo que descubrí después. Tenían gente que te acompañaba y tomaba notas de tu comportamiento, tu sociabilidad… Como un examen muy largo, pero lo entendí una vez había acabado el concurso. No te lo dicen mientras estás concursando».
«Presentarse a un concurso de belleza puede ser una buena experiencia o no, dependiendo del lado que quieras experimentar», es su reflexión personal. «Para mí fue un concurso muy interesante porque pude conocer diferentes personas de culturas totalmente diferentes. Gente de América del Sur por ejemplo, y descubrí otras chicas que me hablaban de sus países y yo me apuntaba en una libreta las diferencias de costumbres que me contaban».
«No todas las participantes eran extremadamente competitivas», matiza Ibticem. «Por ejemplo, la representante de Colombia sí lo era, porque llevaba muchos años en diferentes concursos, había ensayado mucho y estaba muy implicada. Pero en general sí fue una vivencia positiva».
Cuestiones negativas en el trabajo como modelo
Como modelo, cuando le preguntamos a Ibticem por la parte más negativa, habla de que a menudo «se consideraba a las chicas como una percha para la ropa y ya está. Alguna gente era muy simpática y muy amable, pero la mayoría no te trataban bien. No querían saber si tenías una idea, o pensabas. También vi que muchas modelos tomaban drogas, cosa que yo no hacía. Creo que tener un propósito fuera del mundo de la moda me ha ayudado a poner límites. Las modelos estaban mal consideradas en esa época».
«También he tenido experiencias fantásticas», explica Ibticem Lahmar «como algunas creación para un libro con un gran fotógrafo con inquietudes artísticas pero en este caso no es un trabajo, sino una colaboración».
«Trabajé intermitentemente», aclara Ibticem «como modelo hasta los 27, pero cuando empecé a trabajar como abogado ya no seguí en esa línea, solo alguna cosa benéfica. Pero tiene que ver mucho con que estaba trabajando en Túnez, y ahora estoy viendo las posibilidades de trabajar simultáneamente de modelo siguiendo con mi trabajo habitual. Pero ahora puedo escoger los trabajos que me parezcan interesantes, no a cualquier precio. Para mí ser modelo siempre ha sido accesorio y siempre he podido escoger lo que quería hacer, pero antes lo hacía por el dinero y los viajes. Ahora lo elegiría por placer «.
Espero que te haya interesado esta entrevista con Ibticem Lahmar. Puedes seguirla en Instagram @ibticemlahmar. Si quieres seguirme a mí, @Archerphoto, y si lo que necesitas es contactar conmigo para fotos, vídeos o posicionamiento, sergi@archerphoto.eu o un Whatsapp, Telegram o Signal al +34 644459753.