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Las lentes como este 200 mm son sin duda interesantes. Es una distancia focal bastante larga, así que no es una lente que uno suela llevar encima. Sin embargo, por lo especializado de estos objetivos, resultan asequibles, así que tengo un Vivitar 3,5 (que compré por Internet hace muchos años y presumo que fue robado en alguna ocasión, porque tiene raspado el número de serie) y un par de Mamiyas f4 para montura 645, pero esos no los comentaré hoy.
El tema, como digo, es que es una óptica interesante, pero con una utilidad limitada. Sin embargo, las ópticas fijas tienen ese encanto especial que hace que uno se fije en detalles y componga más la foto de lo que lo hace con un zoom.
Aunque València es una ciudad interesante, uno tiene tendencia a repetirse, así que ir rotando las lentes es un buen ejercicio para forzarse a emplear perspectivas diferentes.
Los contraluces son, claro, especialmente interesantes con una lente de estas características como este 200 mm, especialmente cuando cerramos el diafragma. Y claro, además es lógico buscarle las aberraciones al objetivo para darle un poco de personalidad extra.
Elementos sencillos y cotidianos pueden ser prácticos en composiciones como las que enseño aquí, que, por supuesto, están editadas en Lightroom. Las lentes como este 200 mm de Vivitar tienen determinadas carencias, sobre todo en cuanto a contraste, de manera que conviene mejorar el resultado con el trabajo en el ordenador.
Me llamo Sergi Albir. Soy fotógrafo en València y espero que te haya gustado este post sobre esta lente manual. Si necesitas fotos, puedes contactar conmigo en Telegram o Whatsapp, en el +34 644459753, o con un mensaje a sergi@archerphoto.eu.