En realidad hice un post bastante extenso con las mejores fotos que tomé de este parque en su inauguración. Pero me quedaron un montón de fotos decentes y también he vuelto más veces, así que he pensado que aprovechar y ponerlas aquí no era tan mala idea. Curiosamente, y probablemente por motivos de posicionamiento, en esa ocasión usé su nombre en castellano.
El Parc Central de València fue diseñado por Kathryn Gustafson en 2006 pero no se inauguró hasta 17 de diciembre de 2018, fecha en la que yo anduve por allí y me di casi de morros con la comitiva de políticos que venía precisamente a eso. Entre ellos, Joan Ribó, alcalde de València, Ximo Puig, president de la Generalitat y José Luis Ábalos, ministro de fomento.
El parque, me enteré después, es un referente en xerojardinería, un estilo de paisajismo que no requiere riegos adicionales al utilizar plantas para este fin. En concreto, además, las plantas son las habituales de Valencia. En general, hay algunas excepciones. En cualquier caso, se trata de plantas particularmente sostenibles.
Las naves restauradas son las diseñadas por Demetrio Ribes, el mismo arquitecto de la Estación del Norte. Algunos de los edificios, como los muelles de mercaderías de Ruzafa y Malilla han sido reconstruidos totalmente.
Si bien no es el parque más grande la ciudad, este Parc Central sí tiene una serie de encantos especiales a los que, sinceramente, he sucumbido. La variedad de sus plantas, su cercanía y su configuración lo hacen, ahora mismo, un sitio espléndido frente a otros jardines.
Una de las curiosidades que cabe destacar de este Parc Central de València es la importancia de los trabajos realizados en la descontaminación del suelo que ocupa el actual jardín. El coste de descontaminación de la primera parcela estuvo en aproximadamente 600.000 euros, y se retiraron, además, en un depósito cercano a la Nave 1 más de 145 toneladas de lodos con hidrocarburos y otras 664 toneladas de residuos calificados como no peligrosos.