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Las redes sociales son estupendas para hacer amigos y mantenerte en contacto con ellos, pero sin embargo, no están exentas de problemas. Para la mayoría de las personas es posible que no sea un problema la manera en la que se gestionan los derechos de las imágenes que hacen o en las que aparecen, pero para los fotógrafos y creadores sí importa.
Tus fotografías en Facebook, Instagram y Google +
Voy a intentar explicar de manera sencilla cual es la situación. Pero es posible que algunas cosas las tengas que leer dos veces. Existen dos tipos de derechos en cuanto a las fotografías e imágenes:
Derechos relativos al creador del contenido. El que ha hecho la foto siempre será su creador y en este aspecto ninguna red social puede hacer ningún cambio. Sin embargo, el creador de una imagen tiene unos derechos que sí pueden cederse, venderse, cambiarse, etc. Esto es: si yo hago una foto, puede que decida venderle los derechos a un periódico para que la publique. El periódico me dará dinero y yo estaré más contento. En el caso de las redes sociales como Facebook, Instagram y Google +, nosotros cedemos estos derechos de manera no exclusiva a estas redes sociales. Esto es, ellos pueden vender esas fotos y no darnos ni un euro. Hay una tabla al final de este artículo donde explicamos algunas de las diferencias entre estas redes sociales, pero básicamente en todos los casos aunque nosotros podamos vender la foto, nuestra querida red social, también. Pero sin pagarnos.
Derechos de imagen de la persona. Tú tienes derecho a tu propia imagen y si te hacen una foto en el ámbito privado, nadie que tú no quieras puede enseñarla. Si es en un entorno público las cosas cambian mucho y a veces sí pueden. De la misma manera que en los derechos de creación, los derechos de imagen se pueden ceder, vender, cambiar y cosas similares. Ejemplo: una modelo cede sus derechos para una serie de fotos o vídeos que serán empleados por una empresa para anunciar una bebida. La empresa de bebidas le da dinero y ella está más contenta.
De nuevo, las redes sociales, mediante el contrato que firmamos cuando nos damos de alta, se apropian del derecho de esas fotos en particular, que pueden ser (en caso de Facebook o Instagram) transferidas a una tercera empresa que decida anunciar, por ejemplo, comida a domicilio. Y, otra vez, sin que veas ni un euro. Evidentemente, hay muchos casos en los que no te importaría, pero hay muchos otros que sí. Imagina que tus amigos suben fotos de la última borrachera. Y después aparecéis todos en un anuncio en el que se os compara con una pandilla de chimpancés y se dice que beber es malísimo. Probablemente te moleste.
Problemas añadidos
Lo peor de todo es que, además, en muchas ocasiones, estás generando problemas extraordinarios. Las cláusulas de estas redes sociales son legales, aunque en algunas circunstancias podrías ir a juicio, pero cuando subes fotos a la red que no son tuyas o simplemente aparece alguien que no eres tú, estás poniendo en manos de esa red social derechos que no son tuyos. ¡Y ni siquiera eres consciente de ello! Ejemplo: esa foto de tu ex en la que estaba tan guapa. La subiste a una red. Y ahora esa red decide usarla para una campaña contra los malos tratos. Y ella se enfada y te pega la bronca, porque tú no debes gestionar los derechos de imagen de nadie que no seas tú mismo.
Si en las otras dos redes sociales te va a ir mal con tus fotos, en Instagram es mucho peor. Tus fotos ya no son tuyas y pueden hacer literalmente lo que quieran con ellas. No es que tú hayas dejado de tener los derechos para intentar venderlas, pero ¿podrías competir con ellos a la hora de encontrar clientes y negociar precios?
¿Qué hacer?
Hay otras webs donde podemos almacenar nuestras mejores fotos y las condiciones no son en absoluto tan problemáticas. Si no dispones de espacio propio, una buena recomendación solía ser Flickr.com, donde son muy respetuosos con los derechos del usuario porque es una red pensada para fotógrafos. Yo mismo tenía mis fotos allí (https://secure.flickr.com/photos/archerphoto/) y aunque no es perfecta, era bastante adecuada. Ahora no puedo recomendarla tanto.
Otra opción es 500px.com, que ofrece posibilidades de comercialización para los fotógrafos, pero las cesiones pueden no ser las más adecuadas . En estos casos de webs en las que se respetan los derechos, se recomienda solamente colgar el link a la foto y no subirla directamente a Facebook aunque sea a través de estas redes sociales, porque si no, volvemos a los casos anteriores.
| Términos de la licencia | Google + | |
| No exclusiva | x | x |
| Sin pago de royalties | x | x |
| Mundial | x | x |
| Sublicenciable | x | x |
| Transferible | x | NO |
| Se acaba con el borrado de la cuenta | x | NO |
| Irrevocable | NO | x |
| Perpetua | NO | x |
Esta tabla está firmemente basada en una de Liz Masoner para http://About.com El contrato que firmamos con Facebook o cualquier otra empresa grande es lo que se llama un contrato de adhesión. No se nos permite negociar las cláusulas. Así que aunque pongas frases como las que estuvieron de moda hace un tiempo en la que la gente rechazaba las cláusulas de Facebook y clamaba por su privacidad no tiene efecto legal alguno. Es lo mismo que un contrato con un banco: o lo aceptas, o te vas. Esto no exime que si fueses a juicio con ellos pudieses ganar. Pero, te aviso, has firmado un contrato en el que aceptas litigar “ únicamente en el tribunal del Distrito Norte de California o en un tribunal estatal del Condado de San Mateo”.
Finalmente, hay algunas cosas que sí deberías saber aunque probablemente ya tenías conocimiento de ellas: la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento. Esto es, aunque no te quieras enterar de nada, sí tienes una responsabilidad de tus actos. Lo más probable es que no se te exija nunca, pero no está mal andar con cuidado. Había dicho finalmente, pero el último párrafo es este: los comentarios vienen bien y me ayudan a que la página tenga movimiento, pero, aunque discutas conmigo algún párrafo que puedas pensar que no es justo te aseguro que no es idea mía. Si quieres discutir los términos del contrato de Facebook o Google + puedes intentar hablar con sus gerentes, propietarios o con el tío que barre en la puerta, pero con todo el dolor de mi corazón, solo soy el mensajero.
Sergi Albir
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