Tiempo de lectura: 4 minutos
Es posible que hacer muchas fotos y escribir a veces parezca mucho más trabajo del que merece la pena hacer. Pero también es cierto que a veces uno construye cosas sin darse cuenta. Hacía tiempo que quería hacer fotos de gimnasia rítmica. Pero no tengo demasiados contactos en el sector, así que lo dejaba como un deseo que se había quedado pendiente. Y un día aparece la oportunidad de hacerle fotos a Elena López Benaches. Que, así, por el nombre, no te suena de primeras. Pero es medallista olímpica: con el equipo español hizo plata en Río de Janeiro (el Equipaso, les llaman). Por supuesto, las dudas son entre cero y ninguna. Avisamos a Nadia Alba para que nos ayude con el maquillaje, pelo y un poco de asistencia en vestuario, y viene con su hermano, Salva, bailarín de carrera, para colaborar también.
Interrogando a Elena López Benaches
La curiosidad me puede, así que le pregunté muchas cosas durante la sesión, a pesar de que cuenta con una página de Wikipedia muy extensa y bien documentada. Elena ha tenido una lesión en el tobillo de la que se está recuperando durante este año de descanso de la competición. Está de vacaciones en Valencia -vive y entrena habitualmente en Madrid, pero es de Turís, un pueblo valenciano), así que las fotos las hicimos aquí, en la capital del Turia. Pero le pregunté un poco porque en su localidad natal tiene una calle con su nombre y hasta el gimnasio municipal está dedicado a ella. “La verdad”, confiesa, sin ápice de soberbia “es que en el pueblo se portan muy bien conmigo”. Es curioso porque casi nunca se obtienen reconocimientos tan notables en vida. Pero parece que lo de “no ser profeta en su tierra” no es algo que afecte a Elena.
“No estoy todavía al 100%”, me explica cuando estamos preparando algunos planos. Pero la elasticidad, la precisión y la capacidad es increíble. Normalmente, cuando se hacen saltos y piruetas, hay un factor de suerte para que la pose salga bien. No es el caso. No falla ni por equivocación, pero cuando se ve en la foto, es extremadamente autocrítica. “En esa el pie no lo tengo bien”. Y no es que esté mal, es que no está perfectamente estirado. Además, se excusa por no poder aguantar durante mucho tiempo en posturas que realiza a la perfección y que es casi imposible realizar. La flexibilidad es asombrosa, pero su naturalidad en la pose es aún mejor.
Gimnasia rítmica en una Valencia desierta
Nuestra idea de la sesión es hacer diferentes looks por una ciudad casi desierta en una noche de mitad de agosto. La idea no es montar grandes sets con flashes, sino captar, sobre todo el movimiento, y el contraste con algunos lugares de la ciudad, buscar la textura urbana, en vez de la frialdad de un estudio. Con los leds combinados con las farolas de la ciudad vamos un poco justos, pero sí conseguimos el ambiente deseado. Para esta sesión, Nadia Alba se ocupó del pelo y el maquillaje. “Normalmente nos tenemos que ocupar nosotras mismas de todo esto”, me explica Elena, cuando le pregunto sobre los patrocinadores y los apoyos con los que cuentan. Sin embargo, me confiesa, el ambiente con el equipo es muy bueno. “Dejamos todas las cuestiones negativas fuera”, dice, muy segura.
Otro de los aspectos que comentamos es sobre cómo un deporte tan visual no cuenta con una mayor, y mejor difusión. Tuvieron un anuncio, el de Freixenet, que fue visto y bien valorado. Incluso hay un pequeño documental muy interesante (https://www.youtube.com/watch?v=KnjX5xD8f28), pero la gimnasia rítmica no tiene un gran tirón. “En el rodaje había muchísima purpurina”, recuerda, “y era muy incómodo, porque se metía por todos los sitios”. Algunas veces en pos de la imagen los profesionales presionamos un poco más de lo imprescindible.
Soy Sergi Albir, fotógrafo profesional. Si necesitas fotos puedes mandarme un mensaje a sergi@archerphoto.eu o un Whatsapp al +34 644459753 hoy mismo. Realizo fotos, vídeos y contenidos tanto para Internet como para otros medios.
Galería completa
