En las últimas ocasiones he traído leyendas urbanas con un perfil más actual, más tecnológico, pero hoy contaremos una leyenda más clásica. Hoy me complace mostrar el maravilloso momento de la mascota mejicana. Un sorprendente suceso que sacará de su sopor incluso a nuestros oyentes más hastiados.
Como decíamos, hoy quiero explicar un cuento que ha circulado de boca en boca desde épocas nada cercanas. No ha tenido tanta trascendencia a través de Internet como a través de la transmisión verbal, pero tiene todos los elementos que necesita una tremenda historia.
La mascota mexicana
Una pareja estadounidense viaja a México de vacaciones y, un día cualquiera ven un perrito pequeño, cariñoso pero un poco raro, que está en la puerta de su motel. Ella le pone de comer un par de veces durante la semana y se acaba encariñando con el animal que, aunque un poco feo, le resulta encantador. Así que cuando se vuelven a Estados Unidos, la mujer lo envuelve cariñosamente en una manta y se lo lleva al autobús. Mientras van de camino, el animal cariñosamente le lame la cara. Ella se da cuenta de que un señor le mira en el autobús y le pregunta si sabe la raza del perro que ha adoptado, y él le contesta que en realidad no es un perro, sino una especie gigante de rata mejicana.
La historia tiene, en realidad, más de un siglo, y tiene miles de versiones, y todos los detalles hasta el más pequeño, que la convierten en una leyenda urbana, incluyendo una moraleja (que en este caso es xenófoba, advirtiendo de los animales extraños que tienen en esos países exóticos). Hay otras versiones con aviones, con europeos y ratas turcas, con ratas camboyanas, y alguna otra en la que una pareja va a la playa con su perro, pero encuentran que está prohibido que las mascotas paseen por la arena, así que la dejan atada al guardabarros del coche. Cuando vuelven de su baño, de la mascota solo queda la correa y el collar, y ven otro perro pequeño abandonado por allí, así que se apiadan de él y lo recogen. Cuando se lo llevan al veterinario este hace dos descubrimientos: no es un perro, sino una rata gigante de los muelles, y además, su perro no se había escapado, sino que se lo había comido la rata.
La historia se publicó en en unas cuantas radios locales, que suelen ser un clásico para difundir leyendas urbanas, pero lamentablemente hay menos documentación al respecto. También en foros, y por lo visto en algunos periódicos locales. En el 95 hay un episodio de Murphy Brown (“A Rat’s Tale”) en el que Murphy Brown la califica como tal.
En la web hemos colgado también un enlace con una versión reciente que incluye una foto. El caso se dio en La Salada, en Buenos Aires, y salió a la luz en Catamarca, Brasil, e incluyen unas fotos. La cuestión en este caso es un poco diferente: un vendedor de mascotas le vendió a un incauto un par de hurones angora a los que les habían dado esteroides (en esa zona les llaman ratas brasileñas) muy blanco que se parece, de alguna manera a un caniche. Al parecer se los colocó por unos 150 dólares, cuando un caniche de raza se paga en Estados Unidos en torno a 1000 dólares la unidad.
Por cierto, que los hurones, a pesar de lo que ponía en el Daily Mail, que es el medio en el que apareció la noticia, son mustélidos y no roedores. Con todo, la fiabilidad de la noticia que firma James Nye es baja, porque la fuente es un vídeo argentino en el que la fuente principal es una señora que cuenta que conoce a la persona a la que le pasó pero no distingue un chiuaua de un caniche. En el Brisbane Times aprovechaban para contar, con también escasa fiabilidad, que a una actriz japonesa le habían colocado una oveja haciéndola pasar por un caniche, pero, eh, eso había resultado ser un bulo.
Sergi Albir
Esta historia la contamos el 22 de octubre de 2015 en La Noche es para Mí, con Miguel Coll, M80 Radio.
http://media.brisbanetimes.com.au/selections/ferret-or-poodle-man-duped-4173432.html
http://www.taringa.net/posts/noticias/15182541/Le-vendieron-rata-por-perro-en-la-Salada–foto.html
http://urbanlegends.about.com/od/dogs/a/mexican_pet.htm