Una de las maneras más interesantes de hacer estos posts es encontrar dos bulos que aparentemente no tienen relación y encontrar un nexo causal, una relación, un vínculo que los una. Eso es lo ideal. Hoy traigo, sin embargo, dos informaciones falsas que no tienen nada que ver entre ellas más allá de ser falsas como un fuera de juego en un futbolín.
Hoy -que es San Conrado de Parzham Birndorfer- hablaremos del curioso caso de las dos historias que aparentemente no tienen relación pero, sin embargo, al final tampoco la tienen.
Esto que hemos contado antes es lo que responde a la figura literaria denominada como castañoresis. Es una forma de describir “aquella información que resulta extremadamente inútil”, pero así no contábamos los dos desastres que se han venido distribuyendo últimamente.
El lobo macho no protege el cuello de la hembra
El primero es el de una fotografía en la que aparecen tres lobos. Uno de ellos – un lobo blanco -enseña los dientes de manera amenazadora a los otros dos: uno de ellos parece hacerle frente y el otro está como escondiéndose bajo la cabeza del otro. Hasta ahí, tenemos una foto de una fotógrafa llamada Jeannie Paul que la gente ha copiado y reproducido hasta la saciedad, contando la siguiente historia:
“Un lobo y una loba peleando. El lobo macho protege el cuello de la hembra que es donde podría intentar atacar el rival”.
De memoria creo recordar que he visto alguna otra historia similar, pero a pesar de buscar no la he encontrado. Luego, en algunos sitios se añadían moralejas sobre lo estupendo de que las parejas se protejan y así. El mundo animal dando ejemplo. Lástima que sea poco verdad: la foto se tomó en Ely, Minessota. La gente de Snopes le preguntó a un especialista del International Wolf Center, de esa localidad, cuánto había de cierto en el texto.
No hay hembras en la foto, explica. El lobo blanco amenaza, mientras otro de los lobos hace frente, y a la vez, el otro se retira, y en su marcha hacia atrás tropieza con el que hace frente, pasando la cabeza por debajo del cuello. No está protegiendo, sino que se está retirando. Así que la patraña queda revelada.
En general, es una costumbre muy arraigada el interpretar en términos humanos lo que vemos en los animales, pero aunque el antropomorfismo es una tendencia psicológica que está considerada como innata, evidentemente no es nada científica. En general, es uno de los problemas de falta de objetividad que pueden encontrar los etólogos.
La foto puede verse aquí. No la he compartido porque la autora no lo autoriza, y aunque se haya incumplido miles de veces, mejor poner el link. https://www.flickr.com/photos/jeanpaulphotos/3409921252, y aquí tenéis las referencias a la conversación con el etólogo: http://www.snopes.com/wolf-fight-female-throat/
Y ahora, como habíamos advertido, una cuestión que no tiene nada que ver con la primera. El segundo tema que tenemos es uno que no debería sorprender a nadie, pero bueno, la gente la ha difundido sin rubor:
“Darwin, Mississipi. Tres miembros de una familia fallecieron ayer tras olvidar cerrar el techo solar de su coche cuando entraron en un tren de autolavado. Mary y Roger Jones, ambos de 32 años y su hija Julie, de 11, fallecieron cuando el coche se inundó de agua”.
Escalofriante suceso. La noticia venía ilustrada con una foto en la que hay un coche de policía frente a un lavadero de coches. La foto parece venir de una noticia sobre un atraco a un lavadero en Yonkers, NY, en 2013. Uno de los aspectos que revelan la falsedad de la noticia es que no exista ni siquiera el pueblo de Darwin, Mississipi (ni la gente de Hoax Slayer ni yo lo hemos encontrado en Wikipedia o Google Maps, y no parece una base secreta oculta por el Pentágono). Otro de los detalles es la procedencia de la noticia, que buscando un poco encontramos que es Empire News, otro de esos generadores de roña que están facilitando mucho la vida a cualquiera que se quiera entretener compartiendo mentiras. Parece, también, que la denominación de Darwin del pueblo no es casual y podría ser una referencia irónica a los premios Darwin, que son un galardón que se concede a aquella gente que muere de manera idiota sin dejar descendencia, contribuyendo así a la mejora de la especie. Pero la referencia sería un poco borrosa, porque técnicamente la mayoría de los no-muertos en este no-suceso sí habrían tenido descendencia.
Me cuesta imaginar el suceso en el que ninguno es capaz de salir, bajar las ventanillas, romper una ventana para que salga el agua, arrancar el coche, pitar para que los empleados detengan la máquina… No parece una situación en la que el riesgo esté más allá de un problema serio con la tapicería…
Esta historia la contamos el 21 de abril de 2016 en La Noche es para Mí, en M80 Radio.