Hay cosas en este mundo que parecen inocentes, divertidas, inofensivas, pero que en realidad pueden estar engañándonos. Es el caso de las consolas de videojuegos. En concreto, las PS2 de Sony fueron adquiridas por Saddam Hussein para guiar misiles.
La noticia que aterrorizó al mundo durante marzo de 2000 causó una impresión indeleble en muchos niños y adultos: las PS2 que acababan de salir al mercado estaban siendo adquiridas por un dictador para guiar misiles.
Hubo un auténtico revuelo, y hemos cogido una de las informaciones que se publicó. El artículo lo firmaba en World Net Daily un señor con bigote, Joseph Farah, y traemos aquí, traducido, un fragmento del artículo. (http://www.wnd.com/2000/12/7640/)
“¿Por qué Iraq está comprando Playstation 2 de Sony?
Muchos niños americanos pueden resultar desilusionados la mañana del día de Navidad porque la PS2 que querían ha acabado en Iraq.
Tanto el servicio de Aduanas como el FBI están investigando la aparente transferencia de grandes números de PS2 a Iraq, según fuentes de la inteligencia militar.
Un informe secreto de la Agencia de Inteligencia de Defensa declara que hasta 4000 unidades del popular videojuego han sido comprados en Estados Unidos y enviados a Iraq en los dos o tres últimos meses.
(…)
Los ordenadores que integran las PlayStation podrían ser también empleados para calcular datos balísticos o en el diseño de armas nucleares. Iraq ha tenido dificultad calculando el rendimiento potencial de dispositivos nucleares – una necesidad crítica para diseñar estas armas. Poner en red esas computadoras podría ser un método para corregir estas deficiencias, señalaba una fuente de inteligencia.
Pero, ¿por qué Saddam Hussein no está simplemente comprando ordenadores o servidores de sus aliados en el mercado negro? Porque aunque es una posibilidad, las actuales sanciones de las Naciones Unidas prohiben la venta o transferencia de todo tipo de material informático o tecnología a Iraq. En cualquier caso, los videojuegos basados en ordenadores, como la Playstation 2 no están incluidos en el bloqueo. Los científicos e ingenieros de Iraq han encontrado un agujero legal adecuado en las sanciones de las Naciones Unidas”.
PS2, misiles y Navidad
En descarga del señor del bigote diremos que la mismísima BBC había alimentado algunas partes de este rumor, de manera que la cosa no iba totalmente desencaminada. Había menos PS2 disponibles en Navidad y el enemigo hacía acopio de tan mortal aparato. http://news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/716237.stm
ZDNet desmentía en su web, mediante un comunicado de la Inteligencia Británica en diciembre del 2000, que se estuviesen empleando para ese fin y mantenía que parecía bastante más probable que los iraquíes hubiesen adquirido esas 4000 PS2 para, oh, sorpresa, jugar a videojuegos. (http://www.zdnet.com/article/uk-intelligence-dismisses-ps2-missile-fears/)
La fuente de la inteligencia británica, que no fue desvelada, explicaba que “esto es una completa chorrada. Para empezar, la sugerencia de que hay escasez de componentes estándar de ordenadores en Iraq es una tontería. Los Pcs son mercancía como los coches o las lavadoras y pueden conseguir tantos Pentium III y Pentium IV como quieran, con o sin sanciones”.
Lo divertido, que parece ser el origen de toda la cuestión, es que en el lanzamiento de la consola es que Sony registró el producto como tecnología militar (http://www.cdrinfo.com/Sections/News/Details.aspx?NewsId=4617) para restringir las exportaciones por parte de empresas ajenas a su control. Entre eso y que con un Atari 2600 podías salvar seis ciudades de otros ataques -Missile Command-, la gente debió empezar a atar cabos… Sobre todo porque Sony declinó hacer comentarios cuando calificó la tecnología como militar.
En realidad, a mí me parece más una excusa que alguien debió inventar para no comprarle la consola al niño. Parece un argumento coherente. “No te voy a comprar una consola capaz de guiar misiles porque si ya te has cargado un jarrón y una figurita de porcelana con un balón, si te damos la oportunidad destruirás todo el bloque de edificios”.
Esta historia la contamos en La Noche es para Mí, de Miguel Coll, en M80 Radio el 15 de octubre de 2015.